Sobre la práctica de S-AR
Pensamos que más que un estilo nuestro trabajo se acerca más a un lenguaje. Un lenguaje donde las formas y figuras no importan tanto como el mensaje que dan las frases, en este caso las obras (con toda su potencia material, constructiva y filosófica detrás). Esto nos permite tener una exploración sin estar atados a algo definitivo más que a una lógica y pensamiento coherente con las circunstancias y condiciones de cada proyecto. Quizás existen ciertos rasgos discernibles a lo largo de las obras, pero es algo más intuitivo que un propósito. Los conceptos de geometría, pureza y sencillez nos interesan más que por el mundo de la Arquitectura por el mundo del Arte, por la sociología y antropología que estos conceptos tienen detrás a partir de que la Arquitectura debe pensarse para construirse y utilizarse (quizás su más fuerte acto o intento de humanizarse) lo que hace que el pensamiento abstracto busque lo adecuado para su materialización y esto conlleva a una geometría, pureza y sencillez necesarias dentro de los contextos donde hemos trabajado. Hacer cosas precisas desde el pensamiento hasta su uso, pasando por supuesto por el ejercicio de la construcción.
Nuestro proceso de diseño es explorar y observar, reflexionar sobre las condiciones de los proyectos para tomar la decisión necesaria. Este proceso se hace a lo largo de otro proceso paralelo, que es el de producción. La Arquitectura requiere de una gran disciplina para poder producir, producir cambios e ideas, y nunca dejar de diseñar mientras tanto, es decir de reflexionar. Así se pueden tener opciones para elegir mejor. No se puede hacer Arquitectura sin disciplina, es una profesión que no da cabida a la pereza. La conjunción de estos dos procesos es lo que hace que se tenga un resultado coherente. Por un lado se traen al mundo, a la realidad, esas ideas a través de dibujos, maquetas o pruebas de materiales y por otro se comprende su evolución dentro del marco intelectual que es el proceso de diseño. En nuestro caso creemos que es un proceso más relacionado quizás con la creación literaria que con la creación pictórica por ejemplo, se trata de crear historias coherentes y bien escritas más que de ver los resultados visuales o emocionales de un proceso que puede ser más puramente creativo.
La Arquitectura debe ser responsable en su origen y clara en sus motivaciones, y parte de cierta forma de muchas referencias pero nunca es totalmente como alguna de ellas, es decir, puede y debe tener referencias con otras ramas del conocimiento y la creación humana pero nunca confundirse con estas pues deja de ser Arquitectura.
Nos interesa el conocimiento humano en general, la música, el cine y el arte es algo que siempre está presente en nuestras vidas pero también la economía de medios, la historia y diversas corrientes filosóficas. La Naturaleza y su relación con lo humano que generalmente viene en la creación del Artificio nos intriga e inspira muchos de los pensamientos que después discutimos dentro de los proyectos, pues sabemos que como invención humana la Arquitectura es artificial. Pertenece más al mundo de los objetos que al de las cosas pero al mismo tiempo ha estado desde hace mucho tiempo aquí, con nosotros, y nos hemos vuelto dependientes de ella. Lo cual nos compromete a una comprensión profunda del para qué y por qué dedicar el tiempo humano a esta profesión. Ese tipo de preguntas son las que nos mantienen interesados en hacer Arquitectura.
Desde la formación del grupo, S-AR se definió como un equipo de trabajo, donde el esfuerzo conjunto fuera el generador principal de las ideas y la materialización de las mismas en lugar de buscar un protagonismo de alguna individualidad. La oficina se aleja, por obviedad y respeto, de esa manía de darle un nombre o título personal al trabajo que hacen varias personas en una oficina de Arquitectura. Así mismo se aleja también de continuaciones o segundas partes de algún trabajo predeterminado, asumiendo los retos y dificultades que social y profesionalmente esto implica, pues ninguno de los integrantes tiene un antecesor de la misma profesión, lo que nos permite tener una visión fresca y nueva de la disciplina que afrontamos.
Esta idea de equipo, de conjunto, ha permeado en la generación de varios caminos que actualmente exploramos de esa manera: conjunta.
Esta postura nos permite explorar formas de trabajo abiertas y flexibles, así como abrir una serie de canales de comunicación y acción dirigidos a muchas variantes o destinos: el trabajo de diseño en taller, de construcción en obra, de apoyo y responsabilidad social, de comunicación y transferencia de conocimiento. Cada una a través de diferentes mecanismos.
Nos encontramos en tiempos de cambios profundos y grandes contrastes en las condiciones de vida de nuestra civilización: avances nunca vistos en las comunicaciones, la tecnología, el conocimiento, la salud y el arte suceden al mismo tiempo que como resultado de la producción de bienes, servicios o alimento para una creciente población mundial se produce un sobrecalentamiento de la tierra, se termina el agua potable o en el tercer mundo aún no quedan resueltos temas tan elementales como la superación de la pobreza, la cobertura de salud o la vivienda digna para todos.
Para responder a este nuevo, diferente y desconocido campo de acción ciertamente se amerita un trabajo profesional diferente y alternativo. Pensamos firmemente que se amerita dejar de ver el trabajo del arquitecto basado únicamente en la construcción de edificios para albergar programas determinados y empezar a verlo desde la perspectiva de que no solo debemos construir edificios sino sociedades, conocimientos, civismo, respeto y humanidad a nuestro alrededor. Sabemos que el fin último de la Arquitectura es servir al ser humano.
En nuestro trabajo buscamos valorar los recursos naturales de un lugar al contrario de dominarlos o destruirlos, también pensar en la mejor utilización de los recursos pero no solo en los que repercuten energéticamente al proyecto sino en los culturales, climáticos y humanos, los cuales le repercuten intrínsecamente. Entendemos que el costo económico de los materiales es relativo al valor real que estos tendrán al encontrarles su justa utilidad al construir. Buscamos que nuestros proyectos tengan una fuerte relación e impacto con cuestiones como la cultura, las costumbres y paradigmas sociales, el clima y el trabajo de las personas que construyen nuestras obras y de las que les darán uso. Buscamos hacer proyectos con programas diferentes y que muchas veces desconocemos, porque eso nos obliga a seguir estudiando nuestra disciplina y ser propositivos.
Nos interesa compartir la Arquitectura, dejar de ser profesionales que solamente dan servicio a un cliente que cuenta con recursos económicos, entendiendo que cada persona tiene diferentes y valiosos recursos con los cuales se podrá decidir lo mejor para cada circunstancia de proyecto. Entendemos que este objetivo se logra por un lado por medio de la docencia: generando y preparando conocimiento y oficio, también a través de la incorporación de exalumnos de nuestros talleres académicos a la oficina a través de las prácticas profesionales y posteriormente del quehacer profesional. Por otro lado al constituir un proyecto de Arquitectura Social (tema que siempre ha interesado a la oficina en general): Comunidad Vivex, como una Asociación Civil que acerca la Arquitectura a personas de escasos recursos con el objetivo de compartir experiencias, conocimientos y la idea de que una sociedad unida genera cambios profundos y de que como arquitectos tenemos al mismo tiempo el poder y la responsabilidad social para producirlos.
Otro mecanismo es la transmisión del conocimiento a través de libros o publicaciones: en el 2008 se editó el primero de ellos titulado Catálogo Vivex, un pequeño libro que reunió 13 proyectos de Arquitectura Social desarrollados durante los últimos años de nuestros estudios profesionales en el Tecnológico de Monterrey y los primeros de práctica en Santiago de Chile. El resultado fue la consolidación de Comunidad Vivex como la plataforma de S-AR para proyectos de Arquitectura Social.
En 2013 se publica nuestro segundo libro titulado Macroplaza 20.30, el cual recoge el trabajo realizado con la Beca que nos otorgó el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes del CONACULTA 2009-2010 en la categoría de diseño arquitectónico. El libro trata del desarrollo del análisis, estudio, reconocimiento y propuesta para hacer una intervención en el espacio público conocido como la Macroplaza de Monterrey.
En 2014 publicamos una revista independiente denominada COPIA, una publicación periódica gratuita sobre temas de Arquitectura cuya finalidad es darle un cuerpo material a una selección-recopilación de información sobre Arquitectura obtenida desde Internet, forzando a la reflexión entre lo material y lo virtual y su relación con ideas y la documentación actual de la disciplina. El proceso de producción y reproducción de esta publicación se hace a través de la fotocopia de su contenido impreso, de donde obtiene su nombre.
En 2014-2015 inicia la publicación de AAF – Documentos Independientes de Arquitectura, Arte y Fotografía, una publicación aperiódica de trabajo curatorial y editorial de S-AR en conjunto con Isauro Huizar y Anónima Fotografía. El objetivo de AAF es documentar de forma más completa y con gran calidad obras de las tres disciplinas que relaciona, dando gran peso al trabajo creativo e intelectual de cada autor. Estos autores serán seleccionados en todo el mundo, buscando colaborar con los arquitectos, artistas y fotógrafos más relevantes cuyo trabajo se enfrente contundentemente al tema del espacio y la Arquitectura.
En 2015 se publica nuestro tercer libro titulado INMATERIAL, el cual recoge en forma de pequeños textos algo del conocimiento y la inmaterialidad de las ideas y pensamientos surgidos en nuestra práctica arquitectónica, pues así como la Materia construye la Arquitectura, la inmaterialidad de los pensamientos es lo que origina, liga, filtra y forma las ideas detrás de los objetos arquitectónicos.
En 2016 se publica nuestro cuarto libro titulado Casa Huastok, que documenta nuestra obra del mismo nombre: una vivienda-observatorio en el Desierto del Noreste de México.
En 2017 se publica III, un libro sobre un grupo de tres casas de S-AR que forman un grupo de reflexión sobre el uso de la materia en la Arquitectura; proyecto coordinado y editado por Andamio en la Ciudad de México. Tres casas, tres materiales: madera, concreto, acero. Con este libro cerramos un pequeño pero importante ciclo para nosotros en la producción y exploración de obras tempranas de nuestro taller.
Aunque iniciado en el 2015 e impreso en el 2016, en el 2019 aparece al público nuestro quinto libro: Casa 2G, un libro que reúne la documentación más completa sobre nuestra obra del mismo nombre. Se materializa en una caja que contiene 3 libros y 1 conjunto de planos del proyecto. Los libros contienen la memoria fotográfica de la casa, el proceso de obra, textos sobre la casa escritos por arquitectos, críticos, académicos y diseñadores y un juego de planos generales impresos directamente del archivo original del proyecto. Todo hecho con recursos locales de la Ciudad de Monterrey, justo como la obra misma.
En 2020 se publica Casa Cosmos, un libro especie de Objeto/Documento que contiene información exclusiva sobre nuestra obra del mismo nombre, desarrollada dentro del complejo de obras de arquitectura surgidas a partir de la aparición de Casa Wabi en las playas de Puerto Escondido, Oaxaca; proyecto editorial coordinado y editado por Claudia De la Torre de Back Bone Books en Berlín, Alemania.
En 2021 se publica el libro Textos I – XIV, una compilación –a manera de archivo– de textos, artículos y entrevistas alrededor de la práctica de S-AR, publicados por diferentes autores en diversos medios a lo largo de los años recientes y presentados en este documento en relación a una serie de textos inéditos sobre algunos intereses propios del taller; proyecto editorial con edición de Selene Patlan y diseño editorial de María Marín de Buen.
Impreso a finales de 2021, en 2022 aparece al público S-AR, la primera monografía sobre el trabajo de S-AR. Una selección de 12 obras realizadas entre los años 2011 al 2021. Libro editado por Arquine. Con textos de Carlos Bedoya Ikeda y Miquel Adrià. Edición en Español e Inglés.
Esa experiencia nos ha hecho incursionar en próximas ideas para imaginar y proyectar; y seguir pensando en la producción de otros libros que están en la mesa de diseño en estos momentos: un sexto libro sobre una serie de pequeñas obras firmadas por el estudio, otro sobre el archivo de obra de S-AR y uno más a futuro sobre las obras que actualmente están desarrollándose bajo el marco y metodología de Comunidad Vivex. Esto entre otras ideas que vamos desarrollando actualmente poco a poco. Creemos de esta manera que el arquitecto debe escribir y publicar sus propuestas, canalizarlas de un modo tangible para compartir ideas y soluciones con los demás, de nada sirven mil buenas ideas en la cabeza si no se pueden compartir con las personas que tenemos frente a nosotros.
Tratamos de experimentar con los materiales que otros han despreciado o tirado, así como con los mercados que otros han ignorado o simplemente no ven. Pensamos en cambiar cosas por medio de la Arquitectura: sociedades, condiciones y diferencias sociales, usos de materiales, y crear un lenguaje de inventos construidos o por construirse. Buscamos cambiar la manera de pensar de los arquitectos que nos rodean cuando hacemos un proyecto, pensar en los otros, en lo otro, en lo que no estamos construyendo pero que será impactado por nuestras construcciones: la ciudad, la sociedad, los recursos, las personas. Intentamos hacer una Arquitectura clara, útil, justa y pública, con formas adecuadas para su construcción.
Para hacer la diferencia, mejorar nuestro entorno, nuestro contexto y aspirar a inspirar a otros en el futuro, buscamos que tenga sentido tomar esa gran responsabilidad y esfuerzo que es pensar y construir Arquitectura.